martes, 2 de noviembre de 2010

Jn 14:6 "Jesús le dice: Yo soy el camino, y la verdad y la vida, nadie viene al Padre sino por mi" I

Dios les bendiga grandemente.
A todos nuestros lectores hoy les presento un tema el cual habla del camino que es Jesús, un camino de verdad y que lleva a al vida eterna que habremos de disfrutar cuando estemos ante el Padre.

Este tema lo precentaré en partes para que les sea más fácil su lectura y además para dar tiempo a que reflexionen sobre cada uno de los puntos que en el se abordarán y para que escudriñen las escrituras para que puedan corroborar lo escrito y que Dios les revele grandes cosas. Como siempre mi intención es dar a conocer este mensaje de Salvación y nada más.

La Biblia nos enseña que Jesús es el salvador del mundo (Jn 3:16) y que también es el camino, la verdad y la vida (Jn 14:6) así tenemos que Dios envió a Jesús al mundo para que muriera por los hombres (nosotros), al hacerlo abrió la puerta por donde todos podemos entrar si queremos conocer la verdad que nos hace libres (Jn 8:32) y también la vida eterna. Para abrir la puerta y pasar por ella, es cosa de girar la perilla, en Ro. 10:9 (R1569) dice “Que si confesares con tu boca al Señor Jesús, y creyeres en tu corazón qué Dios lo levantó de los muertos, serás salvo”, entonces será necesario que confesemos de manera audible la convicción del corazón (la salvación por medio de Jesús).

Es importante que además de confesar a Jesús como Señor y Salvador pidas perdón por toda cosa que hayas hecho mal, por pequeña o grande que te parezca a Dios no le importa eso, le interesa que te arrepientas de todo, Dios te otorga ese perdón sólo por el hecho de pedirlo, una vez que Jesús ya es tu Señor y Salvador, (Hch 10:43 RV1865). Así mismo, debemos perdonar a quienes nos hayan hecho daño: en Mt 5:44 y 45 Jesús dijo: (44) “Yo pues os digo: Amád a vuestros enemigos: bendecíd a los que os maldicen: hacéd bien a los que os aborrecen, y orád por los que os calumnían y os persiguen; (45) Para que seais hijos de vuestro Padre que está en los cielos: que hace que su sol salga sobre malos y buenos; y llueve sobre justos e injustos. (RV 1865). Jesús dejó un ejemplo de cómo orar (conocido por nosotros como el Padre nuestro) y en su oración declaró lo siguiente: “Y perdónanos nuestras deudas1, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.” (Mt 6:12 y Lc 11:4 RV1865) aquí podemos ver cómo Jesús pide que Dios perdone nuestras deudas (ofensas, pecado) y así mismo declara que perdona a quienes tenían algo en su contra.



1. Jesús se despojó de su divinidad cuando bajó a la tierra, por eso estaba sometido a las mismas tentaciones que nosotros más nuca fue hallado en Él pecado alguno, sin embargo tenía que enseñarnos a orar al Padre